lunes, 12 de noviembre de 2018


CLASE # 6

EXPOSICIONES SOBRE VARIOS DE LOS 
ORADORES DE LA HISTORIA

Como cada vez que nos toca exponer hoy estábamos tensos, cada ocasión es como que fuera la primera vez, lo gracioso es que nos sentimos así justo en la clase que hará de nosotros mejores exponentes u oradores, pero en fin, llego el momento, la miss Paola entró y todos 😨, la hora de exponer llegó...cada grupo trajo a sus personajes.
Lo que pude captar de cada uno de los oradores es que: 

DEMÓSTENES fue uno de los oradores mas relevantes de la historia, y un importante político ateniense, nació en 384 a.C y murió en Calauria 822 a.C.  
Demóstenes aprendió retorica mediante el estudio de los discursos de oradores anteriores. Pronunció sus primeros discursos judiciales a los veinte años de edad, cuando reclamó a sus tutores que le entregaran la totalidad de su herencia. Durante un tiempo, Demóstenes se ganó la vida como escritor profesional de discursos judiciales y como abogado, redactando textos para su uso en pleitos entre particulares.
 Cuando era niño, Demóstenes tenía un defecto de elocución en el habla. Esquines se burlaba de ello, y se refería a él en sus discursos por el apodo que le ponían, Bátalo, que al parecer podrían haber inventado o bien sus pedagogos o bien sus propios compañeros de juegos, durante el primer discurso público del joven Demóstenes, la audiencia se burlaba de su problema de elocución (dificultad en pronunciar la /R/) y su extraño y correoso estilo, que estaba plagado de largas frases con argumentos formalistas hasta un extremo duro y desagradable. 
Demóstenes llevó a cabo un estricto programa para superar esas deficiencias y mejorar su locución. Trabajó la dicción, su voz y sus gestos hasta el punto que su ahínco y su devoción se volvieron proverbiales. Sin embargo, no se sabe con certeza si estos relatos son verdaderos hechos de la vida de Demóstenes o meras anécdotas utilizadas para ilustrar su perseverancia y determinación.

MARCO TULIO CICERÓN: nació el 03/01/106 a.C en Arpino (Italia), y murió el 07/12/43 a.C Formia (Italia).
Orador, político y filósofo latino. Perteneciente a una familia plebeya de rango ecuestre, desde muy joven se trasladó a Roma, donde asistió a lecciones de famosos oradores y jurisconsultos y, finalizada la guerra civil (28 a.C.), inició su carrera de abogado, para convertirse pronto en uno de los más famosos de Roma.



PERICLES: Sofista, hijo de Jantipo y de Agaristé, nace en Atenas en el año 495 a.C. Los filósofos de los que Pericles fue discípulo pasan por Anaxágoras, Protágoras  y Zenón, y ya desde joven dio muestras de su profunda admiración por la literatura y el teatro, siendo a los 23 años el financiador de “Los Persas”, una obra de Esquilo.

Político y orador de extraordinarias dotes ateniense de la llamada Edad de Oro de Atenas. Es recordado como un gran dirigente. La repercusión e influencia de Pericles en el desarrollo de Atenas fue tan determinante que el célebre historiador Tucídides lo calificó de “primer ciudadano de Atenas”, su período ha sido denominado Siglo de Pericles y fue apodado el Olímpico.
Pericles muere víctima de la enfermedad en el año 429 a.C. tras intentar que la última batalla se librase en el mar.
Pericles Pio-Clementino Inv269 n2.jpg“EL SECRETO DE LA FELICIDAD ES LA LIBERTAD. Y EL SECRETO DE LA LIBERTAD ES EL CORAJE.”
JULIO CESAR: 
Cayo Julio César nace en Roma el 13 de julio en el año 100 a.C.  Su padre llamado igual que el Cayo Julio César, fue un político de poca influencia, con el rango de pretor, su acenso en el cursus honorum se interrumpiría por su muerte (año 85 a.C.), en una campaña militar. Su madre Aurelia,  quien decencia de una rama de la gens Aurelii, los Aurelii Cotta: pertenecientes a la nobleza plebeya, se le describe como una mujer noble, inteligente y pura, y llega a ser comparada con Cornelia, madre de los Gracos, por el historiador romano Cornelio Tácito.

Se sabe poco de los días de su niñez, a partir los 10 años, Julio César fue puesto al cuidado de Marco Antonio Gnifón, ilustre maestro en literatura griega y romana, aprendió la lectura y la escritura con la traducción de la Odisea hecha por Livio Andrónico. Y así perfecciono su oratoria, habilidad muy preciada para alguien que quería convertirse en político.

Julio César fue el gran protagonista del último periodo de la historia de la Roma republicana. Espléndido orador y escritor brillante, destacó sobre todo como insigne general y político, genial, ambicioso, generoso, impulsivo y, al mismo tiempo, resuelto y sutil. Poseedor de una vasta y refinada cultura y de una memoria excepcional, conoció tan bien las doctrinas de los filósofos de la política como la historia de los grandes imperios orientales y sintió asimismo afición a los problemas lingüísticos y gramaticales.
Fue un hijo, marido y padre afectuoso. Quiso a sus esposas -aunque nunca les fue fiel- y las trató con respeto. También fue leal con sus amigos, sin distinciones de clases sociales, en lo bueno y en lo malo, y generoso con sus enemigos. Magnánimo prefirió perdonar a castigar. Su mayor defecto fue probablemente la ambición. Utilizó   las artimañas propias de un político de su época, entre ellas la demagogia y la  corrupción para alcanzar sus propósitos.

El año 60 a.C. forma el primer triunvirato con Pompeyo y Craso. El 59 a. C. consigue el consulado, periodo que estuvo lleno de irregularidades. Al finalizar el consulado se le confió el gobierno de la Galia Cisalpina, Narbonense e Iliria para cinco años, entpnces empieza su carrera militar propiamente dicha. Del 58 a. C. al 51 a. C. realizó la conquista de la Galia, empresa que no le fue encomendada por el Senado, sino que emprendió más bien a título personal, además realizó dos expediciones a Britania y dos  a Germania: consiguió la victoria militar, prestigio, riquezas y un formidable ejército. Del 49 al 48 a. C. se desarrolló la guerra civil entre César y Pompeyo. César consiguió aplastar a Pompeyo en Farsalia (año 48 a. C.) y destruir los ejércitos “republicanos” destacados en África y en España. A partir de ese momento César se constituyó en dictador y señor absoluto del mundo romano.

Sin lugar a dudas, Cayo Julio César fue uno de los más importantes protagonistas de la era que abarca el último periodo de aquella Roma Republicana, ya que su gobierno se extendió desde el año 49 a. C. hasta el 44 a. C.


César concurrió al Senado el día 15 (los idus de marzo), fecha para la que se había fijado la sesión que discutiría la expedición contra los partos. Fue al Senado a pesar de los ruegos de Calpurnia en el sentido de que no lo hiciera, ya que durante la noche había tenido sueños premonitorios. Alguien retuvo a Marco Antonio en la antesala del Senado. Cuando César se hubo sentado, lo rodearon y lo atacaron con sus puñales y dagas. Según la tradición, ante la puñalada de Bruto, César exclamó kai su teknon, frase en griego que posteriormente se latinizó en la famosa ¡tu quoque, fili mi! (¡tú también, hijo mío!). César emitió un quejido a la primera puñalada, luego se mantuvo en silencio.

Había recibido 23 puñaladas; posiblemente una sola de ellas había sido mortal. Mientras los aterrorizados senadores huían (hecho que no entraba en el plan de los conjurados), César, envuelto en su toga, caía al pie de la estatua de Pompeyo. La sanguinaria escena, augurada por los adivinos y que desataría una nueva guerra fratricida, acredita, siguiendo la descripción de Suetonio, la postrera elegancia del héroe: "Entonces, al darse cuenta de que era el blanco de innumerables puñales que contra él se blandían de todas partes, se cubrió la cabeza con la toga, y con la mano izquierda hizo descender sus pliegues hasta la extremidad de las piernas para caer con más dignidad." El hombre que había ganado un mundo y había contribuido a modificar irreversiblemente el destino de Occidente y de buena parte de Oriente era ya nada más que un despojo sangrante.

Esto causa gran revuelo en Roma, puesto que Julio César era amado por la gran mayoría del pueblo gracias a que siempre fue un defensor de los derechos de la plebe.

Como escritor, César está considerado como uno de los pilares fundamentales de la literatura romana. Sus mejores aportaciones son sus famosos Comentarios a la guerra de las Galias y Comentarios sobre la Guerra Civil, escritos durante las pausas invernales de sus campañas militares. En la primera obra, compuesta por siete libros, describió sus guerras anexionistas con descripciones detalladas sobre las expediciones, conquistas, sublevaciones y derrotas que experimentó en las Galias entre los años 58 y la rendición de Ariovisto en el 52; y en la segunda reflejó en tres libros los hechos acontecidos en el 49 y el 48, con la clara intención de justificar la necesidad del enfrentamiento civil que lo llevó a la cima del poder.
También escribió otros textos de los cuales se conservan sólo fragmentos, como algunos discursos y poemas, y De analogía, obra compuesta originalmente por dos libros dedicados a Cicerón, a quien pese a las diferencias políticas consideró como una figura fundamental de la elocuencia latina. Los dos Anticatones, obras propagandísticas de finales de la República, fueron muy conocidos en su época pero no se conservaron y sólo se les conoce por las citas de sus contemporáneos.

A continuación estas son algunas de las frases más celebres que se le atribuyen al gran Julio César:
Ø  Mientras me quede algo por hacer, no habré hecho nada.
Ø  Los hombres creen gustosamente aquello que se acomoda a sus deseos.
Ø  Prefiero ser el primero en una aldea que ser el segundo en Roma.
Ø  Nada es tan difícil que no pueda conseguir la fortaleza.
Ø  Nadie es tan valiente como para no ser perturbado por algo inesperado.
Ø  Es más fácil encontrar hombres dispuestos a morir voluntariamente, que encontrar un hombre dispuesto a soportar el dolor de la paciencia.

Ø  En César solo manda el César: Frase dicha por Julio César cuando el mensajero enviado por Sila le dice que para probar su lealtad debe dejar a Cornelia.

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